La naturaleza tiene un impacto positivo en la salud mental. Actividades como los baños de bosque (forest bathing) y la jardinería terapéutica ayudan a reducir el estrés y a reconectar con el entorno natural. Pasar tiempo al aire libre mejora el bienestar emocional, y la conexión con la naturaleza es una herramienta efectiva para aliviar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo.